Una de las ciudades más fascinantes del retail mundial es Marrakech.
El bazar serpenteando entre callejones, inundado de tiendas donde los mejores comerciantes del mundo, regatean hasta la extenuación. Como si fueran ríos, desembocan en la fascinante Jemaa El Fna. Quizá el mercado más mítico del mundo. Un mercado carnavalesco y semimágico. Al caer la noche, nada es parecido a Jemaa El Fna. Ahora que los foros, consultoras, y demás etcéteras nos hablan de algo llamado “retail experiencial” (que no saben muy bien qué significa pero que suena increíblemente bien y muy digital, y muy disruptivo), nada es siquiera parecido al retail de Jemma El Fna.
Un centro comercial que nació siglos antes de que inventaran los centros comerciales, un paraíso para el ocio, los puestos de comida, las compras de cosas insólitas, la luz y la llegada de la noche. El corazón comercial y palpitante de una de las ciudades más bellas en las que estuvimos.
Músicos, vendedores de ungüentos, babuchas, especias, baratijas de plata, aceitunas, teteras, alfombras, puede pagar con tarjetas, con paypal, con dólares, puedes hablar con los vendedores en mil idiomas, lo aprendieron en la calle.
Todo en Marrakech es retail, sus hoteles minúsculos e increíbles, sus bazares, sus restaurantes, su gente,,, Hay un corazón que palpita retail en esa ciudad.
Hoy todo nuestra solidaridad con los colegas del retail marroquí, y con su población.
Volveremos pronto a Jemma El fna, justo al amanecer.
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